Page 52 - Colección Rosita

—Y-y t-tú ¿a-a-acep-aceptas po-por es-espo-esposa a Lo-Lo-Lore-Lo-
reta?

—Acepto, en ésta y en mis vidas restantes, pensó, haciendo cuentas;
aún le quedaban como cinco.

—Tan, tan, tan, tan, tan. Tan, tan, tan, tan, maullaron todos los de la
banda, haciendo rueda a los novios, para que bailaran el tradicional
vals.

Coco subió a la barda y con voz de tenor, maulló el vals de su preferencia,
los demás se valieron de botes, tapas y palos para formar una orquesta.

La feliz pareja, se tomó de las patas con suavidad, se abrazaron, y empezaron
a bailar al ritmo marcado por la improvisada banda de gatos músicos.

“Only you, can make all this world seem right, Only you can make the
darkness bright”.

“Only you, and you, alone can thrill me like you do and fill my heart with
love for only you.”

Máximus y Loreta, se sentían felices de compartir esos momentos con
gatos encantadores.

Luego bailaron un tango, una cumbia, le dieron con ganas al zapateado, ¡y
hasta un rock and roll se aventaron!

El Negro no se apareció por ahí, fue lo mejor de la noche, si no, les había
echado a perder la fiesta.

—¡No puede haber festejo sin banquete! ¡dejaríamos de ser gatos si no
comemos!, ¡así que, a comeeer!, maulló el goloso de Tito.

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