Creo que por algo, Dios me mandó ese mensaje, parecía que el
consejo también era para mí, al rematar diciendo…
Antes de morir la abuela nos dijo:
Sin ser mezquinos ni avaros, mientras puedan, cuiden y siembren.
¡Un buen hombre, como un buen libro y un buen árbol, siempre
tienen frutos!
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