Page 41 - Afuera en lo profundo
P. 41

—¡Qué cosas dices!,  –mi amiga volvió a abrazarme, y aunque
                  creo que era lo único que ella necesitaba esa noche, nos fuimos
                  a la otra fiesta.


            En cuanto pusimos un pie en el lugar, sentimos denso el ambiente,
            tanto, que llegué a decirme que no debí haber llevado a mi amiga
            en el estado en que se encontraba, a esa fiesta de pura chaviza que
            jugaba a dárselas de importante. Incluso así, le dije que debíamos
            buscar a Mike, mi cuate, en realidad un chavo al que le doblo la
            edad, al que le pago para que me enseñe a ser DJ.


            Pero ella se había quedado paralizada, lo mismo que una escultura
            de hielo. Me fijé en lo que ella miraba: Arnulfo, su exesposo, estaba
            acompañado de dos mujeres en lencería, Estela dio un paso atrás
            con la intención de irse,  pero el  ex  la descubrió y caminó hacia
            ella, deleitado, como si lo mejor de la fiesta hubiera sido que Estela
            haya atestiguado todo aquello. Mi amiga me tomó de la mano y yo
            la sujeté firme, pero apaciblemente, porque la noche se acababa y
            Estela se iba haciendo chiquita.

                —Aquí estoy, –le dije. Tú eres más fuerte que esto.


            Mi amiga respiró muy hondo y, de repente, cuando el ex se paró
            frente a ella, le dijo:


                —¡Ay, Arnulfo!, ¿todavía jugando con muñecas a tus 70 años?,
                  –Él, perplejo, no esperaba esa respuesta de Estela, quien
                  se explayó: tus muñequitas mañana ya no van a estar y el
                  pequeño Arnulfo se quedará solo, solito. —Ya sé, no me digas
                  –se adelantó Estela cuando vio que el señor le iba a decir algo,
                  yo también me voy a quedar sola, viejita y sola, pero no voy
                  a fingir que soy lo que no soy, solamente porque ando con
                  personas más jóvenes que yo. Y sí, a lo mejor piensas que
                  hablo con despecho, aunque más que despecho, es otra cosa,
                  otra cosa que tú nunca entenderás.



                                                                                 39
   36   37   38   39   40   41   42   43   44   45   46