Page 55 - Afuera en lo profundo
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vez no se unió a las risas de aquéllos. Mejor, sacó de su mochila
                  una camiseta azul cielo y unos mallones blancos. Cuidadoso,
                  sacó otros tenis, un par de color amarillo fosforescente. Los
                  había comprado en abonos, convencido por el eslogan de la
                  marca: Corre y ve tras de ti, sé más humano, lo repitió en su
                  cabeza varias veces hasta que un pequeño jadeo salió de su
                  boca. Sólo entonces sonrió a sus amigos y de prisa se metió en
                  los vestidores.


                —No te amarraste bien las agujetas, –dijo Íker, y aunque Alan
                  lo notó, no se inclinó a amarrárselas. Tenía la sensación de
                  que el lugar se había amplificado. Paso a paso los espejos
                  iban devolviéndole un Alan que creía desconocer, un hombre
                  distinto.


            Cuando salió de los vestidores, inició su rutina en la caminadora.
            Los pequeños y lentos pasos pronto se convirtieron en grandes y
            rápidas zancadas. Era la segunda vez que le faltaba el aire, era una
            sofocación  que  lo  hacía  sentirse  bien.  En  el  tablero  del  aparato,
            titilaba  un  corazoncito  que  le  decía:  sigue,  rebasa  tus  límites,  da
            todo de ti, por cada palpitación. Alan quería alcanzarse, atrapar su
            reflejo, más fuerte, más rápido, más ágil, hasta que tropezó con una
            mirada. Pensó que conocía al hombre que lo veía a través del espejo,
            por lo que abandonó la caminadora y se acercó a aquel.


                —Estuvo de lujo la fiesta de anoche, ¿verdad?, –inició la plática
                  Alan.


                —¿Fiesta?, –cuestionó el hombre con un gesto de desaire. Sin
                  embargo, Alan insistió:

                —Sí, la fiesta, anoche.


                —¿De cuál fiesta me hablas?, –el otro preguntó secamente, mas
                  Alan se aventuró a detallar:





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