Page 42 - Entes y apariciones entre nosotros
P. 42
Diana le comentó que seguía pensando en que, algo en su inconsciente
estaba mal, ya que era en ese estado cuando se comportaba diferente,
pero el destino le tenía preparadas algunas sorpresas más. Sucede
que una noche, cuando ya estaban dormidos y cada uno estaba
del lado de su cama, aún dormida, empezó a escuchar ruidos en
la protección de la ventana de su recámara, como si la estuvieran
sacudiendo, el sonido empezó con poca intensidad y fue haciéndose
cada vez más fuerte hasta que la despertó.
Ella se espantó, empezó a mover a Pablo, quien dormía
profundamente, mientras, los ruidos en la protección se hacían
cada vez más espantosos. Ella lo siguió moviendo hasta que logró
despertarlo y justo cuando él preguntó qué era lo que pasaba, los
ruidos cesaron. Pero Diana estaba horrorizada, temblando de miedo,
así que cuando le contó lo sucedido, Pablo se levantó rápidamente,
se asomó por la ventana, afuera…, no había nada, en ese momento
la noche era apacible, pero ella, seguía muy alterada.
Él regresó a la cama, la abrazó, la tranquilizó y se volvieron a
dormir, no sin antes apartarse de su lado, en ese momento, ella
ya estaba calmada, los ruidos se habían ido, no se dio cuenta ni en
qué momento se quedó dormida. A la siguiente mañana, platicó
con Pablo lo sucedido, le dijo también que le había costado mucho
trabajo despertarlo, que ella estaba aterrada y él no despertaba.
Pablo la abrazó y acarició diciendo que ya había pasado, que él se
había asomado, pero que no había nada afuera.
No obstante, Diana había pasado una noche horrenda, por ello, a
menudo se preguntaba qué era lo que había sucedido y cada vez más
se convencía de que había sido un sueño, y así, empezaron a pasar
los días.
Otra noche, después de una grata reunión de amigos, Diana y Pablo
tomaron su auto para regresar a su casa, muy contentos reían,
platicaban sobre la gran amistad que tenían con ese pequeño círculo,
y sin darse cuenta, llegaron a casa. Al caminar hacia la puerta, Diana
40

