Page 58 - Las gañas del perro y otras historias del lado oscuro
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Fanny y la niña del cementerio



               Ese 10 de mayo, Estefanía y su familia iban camino al panteón
            a arreglar la tumba de su abuelita Sofía quien había fallecido tres
            meses atrás. Fanny, como la llamaban sus padres, era una niña de
            seis años, que junto con sus padres Lalo y Marisol vivían en la zona
            oriente de Iztapalapa.


            La tarde caía cuando los padres de Fanny terminaban de limpiar y
            arreglar la tumba de la abuela. La pequeña bostezaba esperando con
            ansia el momento de regresar a casa. Una suave risa a sus espaldas
            llamó su atención, al voltear, de reojo miró cómo una niña corría a
            esconderse detrás de un pequeño mausoleo familiar. Fanny volteó y
            miró a sus padres tratando de adivinar si estaban por terminar o si
            tendría tiempo para poder ir a fisgonear un rato. Con paso pausado,
            se dirigió al lugar donde había visto ocultarse a la pequeña, pero por
            más que buscó, no encontró a nadie. Casi a punto de regresar donde
            sus padres se encontraban, notó un objeto muy colorido cerca de una
            pequeña tumba. A unos cuantos metros de donde ella se encontraba
            encontró un objeto, una muñeca. La figura de tela estaba llena de
            polvo, pero se notaba en buen estado, tenía un vestido con rayas
            horizontales de dos colores, rojas y negras. Fanny tomó la muñeca y
            la metió en una vieja bolsa de plástico donde llevaba los suéteres de
            sus padres y corrió hacia la tumba de su abuela.


            Ya en casa, Fanny sacó la vieja muñeca de trapo y la limpió con un
            calcetín sucio que tenía a la mano. Sus ojos eran botones hechos de
            madera. Su boca estaba formada por hilos de estambre que formaban
            una especie de sonrisa tímida.


            Su cabello de estambre negro, formaba dos trenzas que llegaban
            hasta su cintura.


            Estaba hecha completamente de tela, sólo la base de sus pies, que
            simulaban ser zapatos, eran dos plantillas de madera.




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