Page 32 - El desarrollo de habilidades socioemocionales desde la práctica docente en preescolar
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Aquel docente que logre dominar y fortalecer su inteligencia emocional, sin
duda, será un docente que pueda acceder con mayor seguridad a fomentar
en el alumno la autoestima y autoconfianza que necesita. Será aquel brazo
emocional donde el niño tomará referencias de autorregulación, y aquel
donde reposará cuando las emociones no contenidas sean difíciles de
expresar. Volvámonos una red de apoyo de nuestros alumnos primeramente
reconociéndonos como seres humanos que sienten y expresan, que están
en un proceso de construcción y que los problemas cotidianos pueden ser
una extensión de su aprendizaje.
La actitud del docente ante diversas situaciones varía según la problemática,
pero la constante radica en permitir al alumno que se exprese y exista la
aceptación de sus emociones, preguntarle cómo se siente, a qué se debe
y porqué. Al igual el docente debe de mostrar variedad de emociones y
hacerles ver la manera efectiva de canalizarlas, manifestándoles cuando
las sienta y explicando el porqué las siente, además de mantener la calma
ante situaciones estresantes; así, los alumnos lo tomarán como referente
y les será más amigable expresar las propias. Generar en el alumno la
aceptación de sus emociones para provocar su autorregulación. Mostrarles
que las emociones son algo natural de su persona y que constituyen una
salud integral. Es normal sentir, está bien decirlo y manifestarlo de distintas
maneras. Pueden apoyarse en sus padres o en el docente.
Ante alguna problemática en el aula escuchar las dos versiones de los
hechos y no dar por hecho nada. Mostrarse con apertura a la escucha y
al diálogo asertivo. Es importante que los propios alumnos sean quienes
propongan las consecuencias a sus actos y se hagan responsables de los
mismos, entre pares la resolución de conflictos llega a conseguir mejores
efectos. Entender que los alumnos también sufren, se enojan, se entristecen
y nunca minimizar una emoción o actitud de los alumnos. Acercarse a los
alumnos de manera pausada para que no lo sientan como un ataque, si no
mostrarnos como una red de apoyo para que vean en nosotros un aliado y
alguien con quien puedan contar y fungir como respaldo emocional.
Buscar estrategias variadas donde los alumnos puedan canalizar, por
ejemplo, gritando en canto, correr en el patio con una secuencia de juego,
abrazar a un peluche o almohada. También es importante que los alumnos
conozcan que los adultos efectivos son aquellos que pueden manifestar sus
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