Page 74 - El magisterio y la vida en verso y prosa
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4.  Él —¡Eres tú, linda X’Petita, como una flor de albarrada...!
                  ¡Pues siempre estás asomada, chismeando ahí con X’Belita!


                  Ella —¡Pues si no te gusta verme chismeando así en la albarrada,
                  ¡Cómprame un celular chulo, con la renta prepagada!


               5.  Él —¡Mi chulísima X’Belita, tú eres mi pucsical!
                  Por eso quiero chinita. llevarte en mi mecapal!


                  Ella —¿Llevarme en tu mecapal? ¿Pues crees que soy leña acaso?
                  ¡Me llevas en mototaxi, o de este caso, no hay caso!


               6.  El —¡Cuando te veo bailar a son de la angaripola,
                  tus dos patitas de X’Kok requetebién que se doblan!


                  Ella —¡Patas de X’Kok, tu chichi! ¡Yo tengo muy buena pierna!
                  ¡En cambio, tus Chiliokes jach ya mero se te quiebran!


               7.  Él —¡Cuando nos cásemo chula, te haré tu casa de piedra,
                  en la puerta un flamboyán y en el patio una batea!

                  Ella —¿Crees que seré tú criada? ¡Te equivocas Saturnino!
                  ¡Me compras mi lavadora, o vistes como un cochino!


               8.  Él —¡Eres muy linda Lucía y bailando tú te pules!
                  ¡Después de la vaquería te invito a ti y a tu tía a unos ricos papadzules!


                  Ella -¡Ya era hora Sebastián, jach lo estaba yo esperando!
                  ¡Todo el día baila que baila hasta al son de los tunkules, y mi estómago
                  chillando!














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