Page 75 - El magisterio y la vida en verso y prosa
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Escuelas de Tiempo Completo
¿Una oportunidad para la formación integral de los educandos del
nivel primario?
Todo lo que hasta ahora he leído sobre la modalidad de educación primaria
de tiempo completo me parece positivo, en cuanto a proyecto se refiere,
aunque la calidad educativa sólo se garantiza si se tiene el sustento de una
correcta planeación que permita aprovechar todo el tiempo excedente,
digo yo, y mi afirmación proviene de mi experiencia como alumna de
doble turno, mañana y. tarde (7 a 11 a.m., y 3 a 5 p.m.).
Quienes fuimos alumnos de las escuelas con este horario, recordamos que
nuestros maestros tenían una planeación perfectamente sincronizada.
Las primeras horas de la mañana, cuando todavía estábamos despejados
y alertas, abordaban las materias operativas, español y matemáticas, con
todas sus variantes y temas simples y complejos, según el grado. Por cierto
las matemáticas hacían un binomio con geometría. En esos momentos en
los primeros grados se impulsaba la lecto-escritura, con el método vigente,
así como los conceptos de la matemática elemental y geometría aplicada,
utilizando objetos del entorno.
En los grados siguientes se veían ya definiciones, reglas, aplicación de las
mismas, utilizando como procedimientos didácticos para ambas materias
la mecanización y la memorización, indistintamente; entendiéndose
la primera como los ejercicios de aplicación y la segunda, repetición
memorística de las lecciones o textos explicativos de los temas.
Después del recreo, o tiempo de descanso, se abordaban las siguientes
materias que integraban la curricula. Los maestros con más experiencia
sabían cómo relacionar los usos del lenguaje y la gramática con los temas
de historia, geografía, civismo o de ciencias naturales, procurando que al
leer en voz alta hiciéramos las pausas correspondientes o enfatizáramos
las expresiones interrogativas o admirativas, por ejemplo, y en los textos
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